Higiene al levantarse: ¿Qué pasa cuando aplazamos el despertador ?


Introducción

¿A quién no le gusta quedarse unos minutitos más en la cama después de que suene el despertador? Pero, ¿sabías que la ciencia sugiere que darle al botón de “snooze” puede no ser tan bueno para nuestra salud y bienestar?

Cuando confundimos nuestro reloj interno

Nuestro cuerpo tiene su propio reloj biológico llamado ritmo circadiano, que decide cuándo es hora de despertarse y cuándo es hora de dormir. Cada vez que aplazamos la alarma, le enviamos señales mixtas a este reloj. Con el tiempo, esto puede afectar cómo dormimos y cómo nos sentimos durante el día[ 1 ].

No es lo mismo dormir bien que dormir mucho

Podemos pensar que esos minutos extra de sueño nos hacen bien, pero en realidad, su calidad no es la mejor. Esos minutos adicionales suelen ser de un sueño ligero, que no nos recarga de la misma manera que un buen sueño profundo[ 2 ].

¿Aplazar el despertador? Piénsalo dos veces

Interrumpir constantemente nuestro sueño puede hacer que nos cueste más concentrarnos, tomar decisiones y hasta afectar nuestro humor. Algunos estudios incluso sugieren que esto podría llevar a sentirnos más irritables o bajos de ánimo[ 3 ].

Consejos para levantarse con energía

  1. Consistencia es la clave: Procura acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Ayudará a tu reloj interno a mantenerse en sintonía.
  2. Crea un espacio tranquilo: Tu cuarto debe ser oscuro, sin ruidos y a una temperatura cómoda para dormir bien.
  3. Ojo con las pantallas: La luz azul de celulares y computadoras puede afectar nuestro sueño. Trata de no usarlos justo antes de dormir.

Conclusión

Aunque es tentador darle unos minutos más a la almohada, es bueno conocer los efectos que esto puede tener en nuestro día a día. Adopta buenos hábitos de sueño y verás cómo te levantas con más energía y ánimo para enfrentar el día.

Referencias:
[ 1 ]: Foster, R.G., & Roenneberg, T. (2008). Cómo responden los humanos a los ciclos diarios y anuales de la naturaleza. Current Biology, 18(17), R784-R794.
[ 2 ]: Silber, M.H., et al. (2007). Cómo se mide visualmente el sueño en adultos. Journal of Clinical Sleep Medicine, 3(2), 121-131.
[ 3 ]: Goldstein, A.N., & Walker, M.P. (2014). La relación entre el sueño y nuestras emociones. Annual Review of Clinical Psychology, 10, 679-708.